Si uno tiene la capacidad para pagar la
representación de un abogado, puede buscarlo en el Colegio de Profesionales o
en la guía telefónica, pero si uno no tiene el dinero (en la mayoría de los
países) el Estado le proporciona uno que no cobrará honorarios.
Se necesita un abogado cuando se desencadena una
situación en la que una persona debe rendir cuentas a la justicia, sea porque
se lo acusa de un delito o porque se ha cometido un delito en su contra.
También los abogados tienen como tarea realizar los
trámites legales necesarios para formalizar uniones civiles, divorcios, custodias, testamentos,
actividades comerciales o cuando se realizan compras… todas las actividades que
involucren las leyes y normativas, necesitan del consejo de un abogado
especialista en el tema.
Para elegir un abogado será prudente hacerle
algunas consultas durante la primera reunión:
·
Averiguar por la
experiencia que tiene en casos similares, y cuál fue el último caso similar que
atendió.
·
Cómo suele resolver
casos similares, con juicio o con arreglo entre partes.
·
Cuánto y cómo cobra
sus honorarios.
Haga una lista con al menos 3 abogados
especialistas con los cuales encontrarse o que pueda hacerles estas preguntas
telefónicamente. Una vez realizadas las preguntas evalúe las respuestas
obtenidas y elija el que mejor lo haya hecho sentir, es decir, quien mayor
confianza le haya transmitido.
Otro dato importante es que usted entienda
perfectamente lo que dice su abogado. Muchas veces están acostumbrados a
utilizar términos técnicos que escapan al vocabulario coloquial, no hay que
temer pedirle que vuelva a explicarle los términos que no ha entendido y es
fundamental que el abogado sepa volcarlos a un lenguaje más amistoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario