miércoles, 11 de abril de 2012

Herencia insólita gracias a la guía telefónica


Uno es dueño de disponer de sus bienes como más le parezca. Si bien cónyuge, hijos y familiares suelen ser los principales beneficiarios, un testamento puede expresar una voluntad completamente distinta.
Hay quienes dejaron su herencia a mascotas, a amigos, o a completos extraños. Tal como fue el caso del portugués Luis Carlos de Noronha Cabral da Camara.


Setenta desconocidos muy afortunados.

Este millonario dejó su fortuna al azar, siguiendo el impulso de su dedo sobre una guía de teléfonos.
Tenía 29 años cuando se acercó a un notario de Lisboa, acompañado de dos testigos. Cuál no fue la sorpresa de los presentes, cuando da Camara pidió la guía telefónica y comenzó a seleccionar de allí a sus futuros herederos.
La notaria le hizo algunas preguntas para verificar el estado de la salud mental. Resultó que Luis Carlos de Noronha Cabral da Camara estaba totalmente cuerdo, sólo quería divertirse dejando sus bienes a desconocidos.
Murió a los 42 años, y entre sus 70 herederos se repartió un piso de 12 habitaciones en el centro de Lisboa, una casa en Guimaraes, en el norte del país, un coche y 25.000 euros. 
(mc)

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